Cuando era pequeño, una de mis ocupaciones en esta época del año en la que el colegio se terminaba y teníamos tanto tiempo libre, era jugar a las canicas con los amigos del barrio. Me llamaban mucho la atención las lineas de colores de estas pequeñas bolitas de cristal, en las cuales parecía que esos hilitos en el interior de la canica se hubieran formado allí mismo por arte de magia.
Hace unos días tuve la suerte de acordarme de aquellas soleadas tardes en el parque que está en frente a mi casa y Google sació una vez más mi curiosidad. Si alguna vez de pequeños os hicisteis esta pregunta, os aconsejo que veáis este video documental del Discovery Channel, el cual me ha parecido muy interesante.
Quizás un día de estos retome mi pasión por las canicas y busque en el trastero aquel bote azul donde las tenía guardadas. No llegué a tener ninguna tan bonita como la que se muestra en el video, hecha artesanalmente, pero seguro que hay alguna que merezca la pena analizar durante un ratito. ¡Gracias Google!, por ilustrarnos otra vez más.
